El mérito es para el profesor Pedro Aguilar con su narración de temática de género titulada «Montaje».
Una destacada participación tuvo el profesor de Lenguaje de nuestro Colegio, Pedro Aguilar Barrenechea, en el marco del I Concurso de Microcuentos de Temática de Género «Cuenta Conmigo», organizado por la Universidad Santo Tomás Temuco y financiado por el Ministerio de Educación.
El docente del Colegio Montessori, obtuvo el segundo lugar del certamen literario cuya convocatoria fue abierta a todo público, debiendo expresar en solo 200 palabras su narración.
«Montaje habla principalmente desde la voz de una mujer, que cuenta cómo es maltada, pero detrás de todo está la ceremonia de su esposo que aparenta ante el público ser alguien inofensivo. Lo que busca este cuento es mostrar cómo socialmente se encubre la violencia y tendemos a dejarnos llevar por las apariencias, lo que muchas veces genera un temor a denunciar», explica el profesor Pedro Aguilar sobre su relato.

MONTAJE
Como de costumbre, cuando la culpa le invade, Javier llega hasta mi cuarto para darme el beso de buenas noches. De su mirada gentil y atenta sólo queda un reflejo de castigo y maltrato. Improvisa al aire ideas sueltas sobre el residuo de nuestro amor, me arropa y espera un instante en silencio, mientras la atmósfera queda sostenida por su aliento a tabaco. Hasta que nuevamente arremete con violencia, como si el propio reproche de conciencia se le aliviara con este desahogo “¡Me obligas a hacer cosas que no quiero!”; le tranquiliza saber que el murmullo del barrio se haya inclinado a su favor “Es un muy buen vecino”, “Ella se queja de llena…”
Asegura el pestillo de la ventana y cierra las cortinas, ordena mi ropa del armario. Recorre con su vista las fotografías de nuestro matrimonio; cualquier desprevenido que llegase por azar al centro de esta escena caería conmovido por la compasión, nadie dudaría del ademán doliente de este marido solitario.
Intuyo su habitual gesto de persignación, al tiempo que se detiene en el umbral de la habitación. Para concluir el montaje, con la voz quebrada esboza un tímido “Buenas noches”. Intento responderle… pero las muertas no hablan.