Durante la última semana del Plan Remoto N°5 los alumnos de Kínder B realizaron diversos experimentos, a través de los cuales pudieron desarrollar de manera entretenida su pensamiento científico.
“Los ojos de los niños están llenos de curiosidad y más cuando descubren algo por primera vez. La mente infantil es muy permeable al conocimiento y al método científico de aprendizaje. Es por esto que es tan importante promover en ellos la curiosidad a través del juego y la imaginación”, explica la educadora Pilar Mella.
En este contexto, agrega la tía Pilar, “el pensamiento científico se relaciona con la capacidad de los niños para ser autónomos y dar solución a los problemas de la vida cotidiana; una visión lógica desarrollada permite a los niños encontrar relaciones entre hechos, las ideas o las causas y los efectos”.
